quinta-feira, 21 de abril de 2011

Una historia inusual

Bambi protege a una mamá ganso

La historia parece salida de una película de Disney: un ganso madre ha perdido a su compañero de toda la vida y se ha queda sola para incubar y sacar adelante a su prole en un inusual nido: el macetero escultórico de un cementerio de Nueva York.
Sin compañero que la defienda, esta barnacla canadiense (Branta canadensis) es ahora más vulnerable que nunca a los posibles depredadores. Sin embargo, en un giro imposible del destino, un ciervo adulto se ha hecho amigo del pájaro asumiendo el papel de protector. Son la extraña pareja americana.
La historia no puede ser más inusual, no sólo por las lógicas diferencias interespecíficas, sino porque no sabemos cómo es posible que un ciervo y un ganso se puedan comunicar entre ellos. Pero de alguna manera el venado ha llegado a comprender la necesidad que tenía esta madre de protección y se la ha prestado desinteresadamente, vigilando en todo momento el nido en calidad de tutor. Y no es el suyo un trabajo fácil. En varias ocasiones ha tenido incluso que hacer frente a algún perro que amenazaba la seguridad de su insólita familia.
¿Cómo terminará esta relación? Lo tienen difícil, pues desde que la noticia ha salido en todas las televisiones americanas están recibiendo la visita de cientos de curiosos. Mucha gente para la necesaria tranquilidad que requiere la pareja. Aunque también podemos imaginarnos que todo saldrá perfecto y que esta amistad tan especial continuará más allá del nido.
FONTE
La noticia la difundió el meteorólogo Andy Parker y me enteré de ella en Ecología blog.

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