Nuevas formas de detectar Alzheimer: en los ojos y las caídas
BBC Salud
Última actualización: Lunes, 18 de julio de 2011
Una prueba simple para observar cambios en el ojo y el número de caídas que sufre una persona podrían ser dos nuevas formas para detectar los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, según dos investigaciones presentadas en una conferencia internacional sobre la enfermedad.
Un estudio encontró cambios en la retina de pacientes con Alzheimer.
El primer estudio, llevado a cabo en la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, en Australia, encontró que los cambios en los vasos sanguíneos de la retina -la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo- pueden ser un indicio prematuro de la enfermedad.
Los investigadores compararon fotografías de la retina de 13 personas con Alzheimer, 13 personas con discapacidad cognitiva leve y 100 personas sanas.
Descubrieron que la anchura de los vasos en la retina era "significativamente diferente" entre el primer grupo, el de individuos con Alzheimer, y el de personas sanas.
Los participantes también fueron sometidos a escáneres cerebrales y éstos mostraron que los pacientes con Alzheimer tenían niveles más altos de amiloide, una proteína tóxica que se acumula en el cerebro de quienes sufren la enfermedad, dañando a las neuronas.
El hallazgo, dicen los investigadores, podría conducir en el futuro al desarrollo de una prueba simple de ojos para identificar a la gente en las primeras etapas de la enfermedad y el escáner cerebral podría utilizarse para confirmar el diagnóstico.
Más caídas
El segundo estudio, que también fue presentado durante Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer que se celebra en París, descubrió otra potencial forma de poder detectar los primeros signos de la enfermedad: cambios en el equilibrio.
Los científicos de la Universidad de Washington, en St. Louis, Estados Unidos, descubrieron que las caídas son más comunes entre individuos que están en las primeras etapas de Alzheimer.
El estudio siguió durante ocho meses a 125 adultos mayores congnitivamente sanos, algunos de los cuales habían sido diagnosticados con el inicio de Alzheimer y otros no.
Todos los participantes fueron sometidos a escáneres cerebrales para medir sus niveles de amiloides y se les pidió que durante el tiempo del estudio llevaran un diario sobre las veces que experimentaban una caída durante un día.
Los resultados mostraron aquéllos que habían mostrado más niveles de placas amiloides tuvieron dos veces más riesgo de haber sufrido una caída.
Según los científicos este hallazgo revela que antes de que se presente el deterioro cognitivo típico de la enfermedad, comienzan a ocurrir cambios en el equilibrio y la forma de andar.
Cambios silenciosos
"Cada vez hay más evidencia científica que sugiere que una década antes de que veamos los síntomas externos de Alzheimer podrían estar ocurriendo cambios biológicos "silenciosos" en el cerebro" afirma la doctora Maria Carrillo, de la Asociación de Alzheimer.
Ambos estudios midieron los niveles de amiloides en el cerebro.
"Tal como demuestra este estudio, una caída que sufre un adulto mayor que tiene poco riesgo de caerse podría ser una señal de que es necesario llevar a cabo una evaluación diagnóstica para Alzheimer" agrega.
El hallazgo, agregan los científicos, también es importante porque las caídas son una de las principales causas de discapacidad y muerte entre los adultos mayores, incluso aquéllos sin Alzheimer.
Según la doctora Carrillo, "con una detección temprana de Alzheimer quizás también podríamos reducir el riesgo de caídas entre los adultos mayores".
"Por eso es urgente llevar a cabo más investigaciones que exploren la relación entre los déficits motores y las caídas como posibles signos tempranos de la enfermedad de Alzheimer".
Una tercera investigación nueva sobre demencia, llevada a cabo por científicos del King's College de Londres, encontró que los medicamentos analgésicos simples, como el acetaminofeno, puede reducir sustancialmente algunos de los signos más angustiosos de la enfermedad, como la agitación y agresión en el paciente.
Actualmente se usan fármacos antipsicóticos para tratar estos trastornos en el enfermo, pero según los investigadores, la agresión y agitación podrían ser causados el dolor, algo que el paciente no puede expresar.
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