sábado, 25 de fevereiro de 2012

Reflexiones sobre el amor en el matrimonio

Reflexiones sobre el amor en el matrimonio
posted by Editor
9:34pm Thursday February 16, 2012
Me gustaría comenzar esta nota sobre Reflexiones Sobre El Amor en el Matrimonio, haciéndole a usted las siguientes preguntas, ¿En qué pensabas cuando decidiste aceptar a tu novio o novia como pareja? ¿Pensaste que su amor iba a ser eterno?
Cuando nos casamos, nos casamos enamorados y muy ilusionados; nos casamos dispuestos a soportarlo todo, a luchar contra viento y marea de ser necesario. Pero al pasar algunos años, nos chocamos de frente con la realidad: no sabemos o no podemos enfrentar las situaciones que surgen en nuestro matrimonio.
Imagina, te casas con una persona completamente diferente a ti, con otras costumbres y maneras diferentes de resolver los problemas. Es por esto, que te ofrecemos las siguientes reflexiones para que determines qué estás haciendo mal, porque tu puedes ser la causa del problema...
 No.1: Dar y recibir
Dicen los expertos en la materia, que la clave para que un matrimonio funcione está en la buena comunicación y en los altos niveles de tolerancia mutua.
¿Qué tanto soportas a tu cónyuge? ¿Puedes perdonar fácilmente? De seguro que a esta pregunta contestarás “depende”. Pero sabemos que Cristo nos perdonó incondicionalmente, ¿a caso somos más que Cristo Jesús?
“De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”.Colosenses 3:13.
Para que un matrimonio sea exitoso es necesario que la relación se base en dar y recibir.
Es imprescindible que conozcas cuál es tu nivel de tolerancia y cuál es la capacidad que tienes de dar y recibir, para ello, necesitamos que contestes con sinceridad las siguientes preguntas:
No. 2: Mezquinos de amor
¿Qué tan mezquino de amor eres en tu matrimonio? Puede ser que pienses que te esfuerzas y lo das todo, pero ¿y si estás equivocado?
Primera pregunta para que reflexiones en serio:
Cuando tu pareja necesita un momento de paz, ¿estás dispuesto o dispuesta a guardar silencio?
En verdad, ¿eres una persona que respeta el espacio de tu cónyuge? He visto casos en los que el hombre, por ejemplo, llega cansado del trabajo y encuentra la casa llena de gente o los hijos oyendo música o la televisión demasiado alta. Recuerdo también que a la hora que llegaba mi padre del trabajo, lo esperábamos calladitos y sentados, porque mamá decía: “en diez minutos llega su padre”. Era como que venía el rey de España; todos los días era lo mismo… hasta el día de hoy.
Lo mismo ocurre con la mujer, se pasa todo el día afanando en la casa o en la oficina y cuando llega a casa necesita un merecido respiro.
Tu pareja merece que lo trates con respeto, el se esfuerza por llevar comida a la mesa, no lo trates como si no fuera nada. Si te pide unos minutos de paz y tranquilidad, hazle caso.
No. 3: La cortesía

¿Eres cortés y amable con tu pareja?
Dice un viejo refrán: “En la confianza es que está el peligro”.
Cuando compartimos con alguien todo el día, por ejemplo, con los hijos y nuestra pareja. Llegamos a un punto donde ni los buenos días nos damos, porque es tanto lo que compartimos y es tanta la confianza que tenemos, que darse los buenos días estaría como de más.
En nuestro matrimonio, muchas veces, olvidamos hasta dar las gracias y pedir las cosas por favor.
Comienza a pedir las cosas por favor, y también empieza a dar las gracias a tu cónyuge; verás como empiezan a tratarse mutuamente con respeto y cariño.
También, considera decirle más a menudo algunos cumplidos a tu pareja. Dile que se ve bien, que hace bien las cosas, que es inteligente, que es único o única…
No. 4: Los reproches

Cuando tu cónyuge te reclama algo, o te reprocha algo ¿lo aceptas tranquilamente sin protestar?
Cuando alguien me llama la atención, primero analizo si tiene razón. Aunque yo tenga justificaciones, me gusta ponerme en el lugar del otro. Sencillamente pienso ¿qué hice que le ofendí? Es algo que practico desde hace un tiempo y me ha dado muy buenos resultados.
Entiendo que cuando uno tiene la razón es difícil ceder. Comenzamos a gritar y a patalear diciendo lo que para nosotros es justo.
Si la discusión está muy encendida, espera y tómate tu tiempo para que los ánimos se enfríen.
¿Eres capaz de aceptas tranquilamente los reproches de tu pareja?
No. 5: Pasar un tiempo a solas
¿Está dispuesta o dispuesto a dedicarle tiempo a tu pareja, solitos y sin interrupciones?
He visto parejas que no sacan tiempo para ellos mismos. La verdad es que los niños, el trabajo, las responsabilidades, etc. Todo es importante y en la justa medida debemos dedicarle tiempo, pero ¿saca tiempo exclusivo para dedicarlo a su pareja?
¿Cuándo fue la última vez que la invitó a salir a solas: sin los niños, sin los amigos, sin ningún familiar?
Y cuando están a solas, ¿de qué hablan? ¿De problemas? ¿De cosas tristes?
No tienen que gastar dinero para irse a alguna parte a cenar (aunque no está mala la idea) para estar solos, pueden hacerlo en la intimidad de su casa; hasta viendo tele o cenando. Haga de lo ordinario algo extraordinario.
Ese es su tiempo a solas con la persona que ama, sepa cómo aprovecharlo al máximo.
No. 6: La cooperación
Cuando tu pareja esta saturada y estresada, ¿estás dispuesto/a a tomar un poco de su carga extra?
¿Qué tan cooperador y buena gente eres? Por lo general, cuando tenemos muchas cosas que hacer, decimos que NO inmediatamente. Ni lo pensamos: “lo siento, pero estoy muy ocupada”, “Perdóname, pero tengo mucho trabajo”.
De seguro estas respuestas son muy conocidas para ti.
¿Está dispuesto a aceptar algún encargo extra si su cónyuge está estresado?
No. 7: La critica
En tu matrimonio, ¿qué tanto estás dispuesto a aceptar la crítica?
Esto si que está interesante, a nadie le gusta que lo critiquen, de hecho… han sacado innumerables canciones con temas al respecto. Vivimos en una sociedad donde todos luchamos contra la critica y nos conformamos con decir cosas como: No me importa que me critiquen, a quién le importa lo que yo diga o a quién el importa lo que yo haga, yo soy así y nunca cambiaré…
Son respuestas que utilizamos a la hora de justificar nuestros errores y la otra persona simplemente debe aceptarlo porque YO SOY ASÍ. ¿Te parece justo?
Piensa si eres de las personas que solo ven los errores del cónyuge y tú eres perfecto o perfecta. Si es así, debes analizarte, puede que seas tú el problema.
Nos pasamos la vida en eso, hasta hemos clasificado LA CRITICA en dos grupos: “critica constructiva y critica dañina”. De todas formas, sean estas criticas buenas o malas, en el matrimonio siempre estamos a la defensiva.
Estoy segura, que si alguien hace un comentario debes tomar lo positivo de ello (aunque te lo diga con su segunda intención), pero la critica nos hace ver nuestros puntos débiles y es cuestión de reforzar esa parte que otros ven como “mal” en nosotros. Es cuestión de pasivamente analizar si lo que me están diciendo es correcto y que estoy dispuesto a hacer con ese defecto.
No. 8: ¿Sabes dar ánimos?
En el matrimonio, ¿Eres espontáneo/a al momento de dar ánimos?
Si tu pareja está pasando por un mal momento, ¿eres capaz de animarlo de forma espontánea? La pura verdad –aunque no te lo diga- es que tu pareja cuenta contigo.
Tú eres su apoyo incondicional, así que aunque no te lo diga, tu cónyuge deposita grandes cantidades de confianza hacia ti.
Cuando tu pareja atraviesa momentos difíciles, siempre espera de ti palabras de consuelo, no de reproches…
No. 9: La confianza

¿Confías plenamente en tu cónyuge?
Quizá te has puesto a pensar en ocasiones, que tu cónyuge merece el beneficio de la duda.
Piénsalo, quizá seas mal pensada/o, desconfiada/o; y no le das tregua a tu pareja.
La confianza es la base del matrimonio, debes considerar si tu pareja tiene razones para mentirte o no. Quizá solo exageras y a tu cónyuge debes darle el beneficio de la duda.
FUENTE

Nenhum comentário:

Postar um comentário