El Sigue Estando Presente
Dios no se esconde de ti en tus momentos de angustia y dolor.
Sé que la desesperación te hace sentir así, pero quiero que sepas que en estos momentos Él está muy cerca de ti.
El dolor, la ansiedad y la depresión te hacen pensar que estás en gran soledad. Piensas tal vez que Dios no et ha considerado porque no ves la justicia que esperas. No puedes evitar el llanto, la enfermedad que está tocando a tu puerta te hace sentir tan quebrantada y frágil. El peso que sientes sobre tu vida te hace exclamar que ya no puedes más.
No sientes consuelo por más palabras que lees o escuchas. El silencio va consumiéndote poco a poco y quisieras estallar. Has pensado que la solución es morir y aunque has pensado hacerlo, por temor a Dios, no lo has hecho, pero en oración le has pedido que por favor te lleve a su presencia. Porque no quieres vivir así, no deseas continuar con la vida que hasta ahora llevas y porque estás harta de la misma situación.
Pero aunque tú crees y sientes que ya no podrás más, Dios te observa cuidadosamente y escucha lo que le dices. Él sabe que aunque ahora tú no lo comprendes, eres mucho más fuerte de lo que imaginas. Él escucha tus peticiones y plegarias. Algunas veces contesta que sí y otras que no, y el que no conteste muchas veces como tú quieres o esperas, no quiere decir o significa que te ame menos. Precisamente porque te ama es que procede de la manera en que lo hace.
No hay nada que lo pueda separar de ti, aún cuando en ocasiones insistes en hacer las cosas a tú manera, él sigue amándote profundamente. El océano inmenso, el cielo infinito no logran compararse con la grandeza de su amor inexplicable e inagotable hacia ti. Su silencio es la manera de decirte que aunque el proceso no ha finalizado, él está obrando en ti. Y aunque tú ni siquiera lo percibes, está trabajando en tu vida.
Así que permite cada día de tu existencia que él sea el artista que con sus hilos de amor entreteja tu vida.
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