Por Matt Peckham, Time.com
22 julio 2012
04:09 PM ET
(Time.com) – Además del mediático descubrimiento del
bosón de Higgs –o como se le dice: la “partícula de Dios”-, un evento científico
histórico acaba de ocurrir: un rayo de un láser, en un solo disparo hecho el 5
de julio de 2012, generó más energía que la que Estados Unidos genera en
cualquier instante.
¿Sorprendente o miedoso? Tal vez ambos. Piensen en eso como “deportes
extremos de la ciencia”, una suerte de juegos de laboratorios en donde los
investigadores manipulan maquinaría increíblemente compleja y muy calibrada para
producir resultados sin precedentes, y luego superarlos.
Eso es lo que se hizo en la
Instalación Nacional de Ignición (o National Ignition Facility, NIF) –casa del láser más grande
del mundo- cuando se dispararon 192 rayos de luz ópticamente amplificada que
emite radiación electromagnética, cada disparo con una diferencia de
trillonésimas de segundo de diferencia, para generar 500 terawatts de “poder
cumbre” y 1.85 megajoules de luz ultravioleta.
Puesto en términos más asombrosos: la NIF dice que 500 terawatts supera a
toda la energía de Estados Unidos usada “en cualquier instante de tiempo” y que
1.85 megajoules es casi 100 veces lo que cualquier otro láser produce
normalmente. No sorprende que esos dos prefijos de unidades (tera, mega) vienen
de las palabras griegas que significan “monstruo” y “grande”.
Pero claro, ¿qué más se podría
esperar de un láser que está en un edificio del tamaño de
tres campos de fútbol americano, o un laboratorio científico con una palabra
como ignición en su nombre?
La NIF, localizada en Livermore, California, fue abierta en marzo de 2009 y
sus objetivos son múltiples: su misión primaria, dado el financiamiento de la
Administración Nacional de Seguridad Nuclear –“una agencia semiautónoma del
Departamento de Energía de Estados Unidos responsable de mejorar la seguridad
nacional a través de la aplicación de la ciencia nuclear”- es duplicar lo que
hacen las armas nucleares actuales, en parte para hacer que las pruebas
subterráneas sean innecesarias.Pero también es un repositorio para científicos –del mismo tipo de lugar en que trabajan a niveles sub-sub-atómicos con partículas cuánticas- que buscan entender los “estados extremos de la materia que existen en los centros de los planetas, las estrellas y otros objetos celestiales”.
Y por último pero no menos importante –más allá de las convenciones de los temas de ciencia-ficción- el láser de NIF busca entender algo llamado la “ignición de fusión”: el punto en que la reacciones de fusión nuclear se vuelven autosostenibles para, en palabras de NIF, “proporcionar energía limpia sostenible y abundante”.
La fusión es considerada la meta más emocionante de NIF: catalizar fusión nuclear autosostenible, en la que dos núcleos atómicos de se fusionan y producen un solo núcleo más pesado mientras convierten parte de su masa en cantidades increíbles de energía. Eso, en tantas palabras, es la forma en que nacen las estrellas, y es lo que los científicos han trabajado para poder conseguir desde la década de 1950.
El disparo de 500 terawatts del 5 de julio lleva a los científicos más cerca de resolver un viejo reto físico y el que es considerado el santo grial de ese campo: recibir más energía de la que se da.
“El disparo de 500 TW es un logro
extraordinario del equipo de NIF, creando condiciones sin precedentes en el
laboratorio que hasta ahora sólo existían dentro de las estrellas”, dijo el
físico de MIT Richard Petrasso en un
comunicado en la página de NIF. “para los científicos a lo largo de la
nación y el mundo que, como nosotros, trabajan en la ciencia fundamental bajo
condiciones extremas y que tienen la meta de lograr la ignición de fusión, es un
logro notable y emocionante”.
El disparo del 5 de julio fue de hecho el tercero de NIF en una serie de
disparos de prueba en la que se ha aumentado la energía en casi 100 terawatts
desde el 15 de marzo, cuando un disparo generó 1.7 megajoules y una potencia
cumbre de 411 terawattts.Y aunque la electricidad producida por las reacciones de fusión controladas puede no ser comercialmente viable nunca –bueno, dependiendo de a quién se le hable; algunos dicen que será sostenible dentro de 30 a 40 años y otros dicen que indefinidamente, dados los retos técnicos- el rayo de láser del 5 de julio parece ser un gran avance.
“NIF se está volviendo todo lo que
los científicos planearon que fuera cuando fue concebida hace dos décadas” dijo
el director de Nif Edward Moses. En enero de 2012, Moses predijo que la
ignición ocurriría en los “próximos 6 a 18 meses”.
Nos estamos acercando, en otras palabras, a lo que se podría llamar “el final
del inicio” de un camino muy largo y costoso (un reactor internacional
construido en Francia costaría 16.000 millones de euros, casi 20.000 millones de
dólares) hacia la generación de energía teóricamente ilimitada.
Este artículo originalmente apareció en Time.com: The laser beam 1,000 times more powerful than the United
States
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